El clima político en Misiones volvió a encenderse. Este viernes, una fuerte protesta de productores yerbateros obligó a Karina Milei, secretaria general de la Presidencia, a suspender una actividad de campaña en Oberá. La funcionaria había viajado a la provincia para respaldar al candidato libertario Diego “Gato” Hartfield, de cara a las elecciones del próximo 8 de junio. Pero lo que iba a ser una caminata proselitista por el centro de la ciudad terminó en una retirada anticipada.
Desde hace meses, los yerbateros vienen denunciando el impacto devastador que las políticas del Gobierno nacional han tenido sobre el sector. La desregulación del mercado, la pérdida de funciones del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) y la caída del precio para los pequeños productores generaron un estado de emergencia económica que ya no se aguanta en silencio.
“Milei, no somos la casta, somos tareferos. Nos prometiste otra cosa”, se leía en una de las pancartas que los trabajadores levantaron frente al paso de Karina y su comitiva. Apenas comenzó la recorrida, los manifestantes rodearon al grupo libertario con cánticos, gritos y ramas de yerba mate en la mano, exigiendo respuestas.
En medio del tumulto, se escucharon insultos, empujones y un mensaje contundente: “¿Qué pasa porteño, qué pasa? Esto no es Buenos Aires”, gritó un yerbatero mientras Iñaki Gutiérrez y Santiago Oría, referentes del equipo de comunicación presidencial, intentaban asomarse por detrás del personal de seguridad.
La tensión creció en cuestión de minutos y la seguridad de Karina decidió retirarla del lugar y refugiarla en un local cercano. Según medios locales, el acto se dio por terminado sin más declaraciones ni contacto con la prensa.
Mientras el Gobierno promueve un modelo de “libertad económica”, los productores yerbateros aseguran que esa libertad solo llega para los grandes empresarios. Las economías regionales, como la de la yerba mate, están siendo golpeadas por un ajuste que ya no se disimula ni en los discursos ni en los actos de campaña.
“La situación del sector es desesperante. No podemos seguir así. El INYM quedó vaciado, el precio no alcanza y el Gobierno no escucha”, contó uno de los manifestantes a medios locales.