La crisis económica que atraviesa la Argentina obligó al presidente Javier Milei y a su ministro de Economía, Luis Caputo, a recurrir a un salvataje financiero de último momento, con la ayuda directa de Donald Trump y el Tesoro de Estados Unidos. El anuncio busca contener la corrida cambiaria y darle algo de aire al Gobierno hasta las elecciones legislativas de octubre.
El Tesoro norteamericano confirmó que habrá respaldo económico y lo definió como un apoyo “crucial” para estabilizar la situación. El mensaje estuvo a cargo de Scott Bessent, titular del Tesoro, quien calificó a la Argentina como un “aliado importante” para Washington y aseguró que están dispuestos a utilizar todas las herramientas disponibles, desde swaps hasta compras de deuda. El FMI también reconoció la gravedad del momento y celebró la intervención.
En paralelo, Milei anunció la eliminación de las retenciones a la soja y otros granos con el objetivo de forzar la liquidación de divisas del sector agroexportador. La medida implica resignar cerca de 1.600 millones de dólares de recaudación, mientras continúan los recortes en áreas sensibles como salud y discapacidad. Una señal clara de que el programa original quedó en el pasado y de que el Gobierno optó por favorecer al agro para conseguir dólares rápidos.
La reacción de los mercados fue inmediata: el Riesgo País bajó más de 300 puntos, el dólar cerró en $1430 tras caer 85 pesos respecto del viernes y hubo subas en acciones y bonos, tanto en la Bolsa local como en Wall Street. Sin embargo, persisten las dudas sobre el monto real del respaldo de Washington y cuáles serán las condiciones. Entre ellas, Estados Unidos exigiría cortar vínculos financieros con China, especialmente los swaps de yuanes, y avanzar en la entrega de minerales estratégicos.
Milei viajó de urgencia a Washington para reunirse con Kristalina Georgieva y con el propio Trump, buscando asegurar que la asistencia prometida se materialice. La pregunta que queda abierta es si este salvataje alcanza para frenar la crisis o si apenas le da un respiro temporario a un modelo que ya muestra sus límites.
