El lanzamiento del nuevo espacio político liderado por Facundo Manes reconfigura el mapa interno de la Unión Cívica Radical (UCR) y deja en estado de alerta a dirigentes del partido en toda la provincia de Buenos Aires. El acto, previsto para este viernes 23 de mayo en la Casa Museo de Sarmiento en el Delta de Tigre, marcará el debut formal de una fuerza que, aunque impulsada por numerosos radicales, busca trascender los límites del centenario partido.
“Hay muchos radicales que estamos ahí, pero va a exceder al radicalismo”, señalaron desde el entorno del neurocientífico, en una frase que sintetiza el espíritu del nuevo proyecto, con fuerte impronta opositora a las políticas del presidente Javier Milei y distanciamiento de la actual conducción de la UCR nacional, liderada por Martín Lousteau. Como símbolo de esta ruptura, Gastón Manes –hermano de Facundo– renunció a la presidencia de la Convención Nacional del partido con duras críticas a la falta de debate y al rumbo ideológico de la estructura.
El cimbronazo ya se siente con fuerza en la provincia. La estructura bonaerense, que venía de sellar un frágil acuerdo de co-gobierno entre los sectores de Lousteau, Manes y Maximiliano Abad, ahora enfrenta una fractura abierta. Intendentes como Miguel Lunghi (Tandil), Salvador Serenal (Lincoln) y Nahuel Mittelbach (Florentino Ameghino), cercanos a Manes, deberán definir si acompañan al dirigente en su aventura por fuera del partido o mantienen su participación orgánica en el radicalismo bonaerense.
¿Qué hará la UCR de Cañuelas ante este nuevo escenario?
En Cañuelas, todas las miradas apuntan a Leonardo Iturmendi, referente local de la UCR y dirigente alineado históricamente con Facundo Manes. Desde las elecciones primarias de 2021, donde se presentó como precandidato a concejal por Juntos en representación de la UCR, Iturmendi ha sido identificado como uno de los hombres de confianza del neurocientífico en la Tercera Sección Electoral.
Su cercanía con Manes quedó demostrada en múltiples encuentros con el propio diputado y con Maximiliano Abad, en los que se discutieron estrategias partidarias, renovación de autoridades y posicionamiento electoral. El lanzamiento de este nuevo espacio lo coloca ahora en una encrucijada: ¿seguirá formando parte de la estructura partidaria de la UCR provincial, o acompañará a Manes en la construcción de una fuerza por fuera del partido?
Las definiciones podrían impactar directamente en el reordenamiento de la política local. De optar por sumarse al nuevo espacio, Iturmendi podría arrastrar consigo a otros dirigentes y militantes del radicalismo local, debilitando la estructura orgánica de la UCR en Cañuelas y abriendo la puerta a nuevas alianzas con sectores vecinalistas o peronistas no alineados con el kirchnerismo, tal como propone la nueva coalición de Manes.
Por ahora, no hay declaraciones públicas de Iturmendi sobre el tema. Pero la expectativa crece y la presión aumenta. El futuro del radicalismo en Cañuelas –como en muchos otros distritos bonaerenses– está atado a una definición que va mucho más allá de lo local: la decisión de si acompañar a Facundo Manes en su apuesta nacional o sostener la pertenencia a una UCR que, al menos por ahora, atraviesa una de sus mayores crisis de identidad en las últimas décadas.
