En medio de reclamos sociales y fuertes cuestionamientos en el Congreso, Javier Milei presentó en cadena nacional el proyecto de Presupuesto 2026. El Presidente anunció un aumento del 5% en jubilaciones y pensiones por discapacidad, medida que llega después del rechazo al veto presidencial sobre la emergencia en discapacidad y tras la frustrada sesión donde la oposición no pudo revertir el recorte a los haberes jubilatorios.
Durante su mensaje grabado en la Casa Rosada, Milei insistió en que el equilibrio fiscal es “la piedra angular” de su plan económico. Según sus números, el presupuesto asignará 4,8 billones de pesos a las universidades nacionales, un 17% más para salud y un 8% adicional para educación, siempre “por encima de la inflación proyectada”. Sin embargo, lo que el Gobierno presenta como un alivio es leído por amplios sectores como un ajuste encubierto, ya que los incrementos quedan lejos de compensar la pérdida de poder adquisitivo que vienen sufriendo jubilados, docentes y pacientes.
El mandatario también defendió la “regla de estabilidad fiscal”, que obliga a recortar partidas si los ingresos caen o si los gastos superan lo previsto. En su discurso se jactó de que el presupuesto muestra “el menor nivel de gasto nacional en relación al PBI de los últimos 30 años” y destacó que la Nación ahora gasta menos que las provincias, comparándolo con los años ’90.
Mientras tanto, el jefe de Gabinete Guillermo Francos confirmó que el Poder Ejecutivo promulgará la Ley de Discapacidad tras la insistencia del Congreso, aunque volvió a cuestionar la falta de financiamiento definido y acusó a la oposición de “atacar” al Presidente.
El debate previsional también continúa abierto: en Diputados no prosperó el intento opositor de anular el veto de Milei al aumento jubilatorio del 7,2% y al bono extraordinario de $110.000. Con abstenciones clave y ausencias llamativas, el oficialismo logró sostener el recorte.
El Presupuesto 2026 llega así en un clima de alta conflictividad política y social: mientras Milei proclama que el ajuste es la única salida, los sectores más golpeados —jubilados, personas con discapacidad, estudiantes y trabajadores de la salud— siguen reclamando medidas que realmente mejoren sus condiciones de vida.