El Ministerio de Justicia anunció con entusiasmo que el problema de las chapas patentes para autos 0 km estaría resuelto. Según la Dirección Nacional de los Registros de la Propiedad del Automotor (DNRPA), la entrega ya se encuentra “al día en todo el país”. Sin embargo, la realidad no acompaña el optimismo oficial: todavía es común ver autos nuevos circulando con permisos de papel pegados en el parabrisas.
En los últimos meses, la falta de patentes no solo modificó el paisaje urbano, sino que abrió un vacío legal que complicó a las fuerzas de seguridad y a los sistemas de peajes. Ni policías ni concesionarias de autopistas podían sancionar o cobrar a vehículos sin chapa, mientras que más de un conductor aprovechó la situación para esquivar multas y hasta pasar gratis por los peajes sin barrera.
La crisis comenzó en noviembre del año pasado, cuando el Gobierno decidió cerrar el área de la Casa de la Moneda que fabricaba las chapas. Hasta entonces, la planta de Don Torcuato —ex Ciccone— era la encargada de abastecer al sistema. La mudanza de las máquinas a la sede central significó seis meses de parálisis total, con más de medio millón de vehículos afectados en todo el país.
Los trabajadores ya habían advertido que esto iba a ocurrir. Sebastián Bravo, delegado adjunto de ATE-Capital en Casa de la Moneda, recordó que “el área se cerró de un día para el otro y hasta que reinstalaron las máquinas pasaron seis meses”. Según relatan, cuando la producción volvió a ponerse en marcha no solo se recuperó el stock, sino que además mejoró la calidad del laminado gracias al control de los operarios. Aun así, insisten en que las chapas siguen sin entregarse con la velocidad prometida.
La respuesta del Gobierno es que el sistema ahora funciona bajo un esquema mixto: se habilitó a proveedores privados mediante licitaciones, se reforzó la logística y se implementó una plataforma online para que los usuarios consulten la disponibilidad de su patente. También se instruyó a las fuerzas de seguridad para retomar los controles.
Como dato positivo, el Ejecutivo resaltó que el primer semestre de 2025 cerró con récord en la venta de autos 0 km, el mejor resultado desde 2018. Una paradoja: más autos nuevos circulando, pero sin las chapas que garantizan su identificación.
Mientras tanto, la postal se repite: vehículos relucientes que avanzan sin patente metálica, un símbolo de la improvisación oficial y de la precariedad institucional que atraviesa a la Argentina actual.