En la antesala del Día del Trabajador, el Gobierno porteño y el bonaerense confirmaron una nueva suba en las tarifas de colectivos que circulan en sus respectivas jurisdicciones. El aumento será de hasta un 5,9% y comenzará a regir desde el 1° de mayo. Se trata del segundo incremento en menos de un mes, en un contexto de ingresos congelados e inflación persistente.
El ajuste alcanza a más de 280 líneas de colectivos que operan en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (31 líneas) y la Provincia de Buenos Aires (unas 250, entre provinciales y municipales), mientras que no se verán afectadas las 103 líneas de jurisdicción nacional, que mantienen sus valores desde agosto de 2024. Tampoco habrá cambios en los trenes del área metropolitana.
Los nuevos cuadros tarifarios reflejan un aumento del 5,7% para el transporte urbano porteño y del 5,9% para el bonaerense. El boleto mínimo pasará a costar $450,68, y en el caso de la tarjeta SUBE sin registrar, el valor superará los $980 para los tramos más largos.
En abril ya se había aplicado un incremento del 4,2%, y desde marzo las tarifas se actualizan mensualmente mediante un esquema indexado que toma la inflación oficial del mes anterior más un 2% adicional. Una fórmula que, en los hechos, garantiza subas automáticas sin mayor debate público.
Aunque se mantienen los descuentos del 55% para beneficiarios de la Tarifa Social, el impacto se siente con fuerza entre trabajadores informales, jubilados sin acceso a la SUBE nominalizada y estudiantes que usan el transporte todos los días. La falta de actualización en salarios y jubilaciones agrava aún más el escenario.
De esta manera, el transporte público suma un nuevo aumento en lo que va de la gestión, profundizando el peso del gasto diario para quienes menos tienen.
