El diputado ultraliberal José Luis Espert anunció este domingo su renuncia a la candidatura a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, en medio del escándalo que lo vincula con el empresario acusado de narcotráfico Federico “Fred” Machado. La decisión, tomada a solo tres semanas de las elecciones, sacude la estructura electoral del oficialismo y deja un vacío clave en el principal distrito del país.
“Por la Argentina, doy un paso al costado”, escribió Espert en un comunicado publicado en sus redes sociales. El dirigente, que buscaba renovar su banca por La Libertad Avanza, aseguró que su salida responde a “una operación orquestada para ensuciar el proceso electoral”, pero reconoció haber recibido dinero de Machado, empresario detenido por narcotráfico en Estados Unidos.
El escándalo estalló tras la difusión de documentos judiciales que revelaron un presunto pago de 200 mil dólares y el uso de aeronaves vinculadas al narco por parte de Espert durante la campaña de 2019. Pese a sus intentos de despegarse, la presión política y mediática dentro del espacio libertario lo dejó sin margen de maniobra.
“Puse a disposición mi renuncia y el Presidente decidió aceptarla. Afrontaré la Justicia sin fueros ni privilegios”, expresó Espert, al tiempo que pidió a los militantes libertarios “no dejarse psicopatear” y continuar la campaña.
Desde Casa Rosada, Javier Milei buscó cerrar filas tras el golpe político y confirmó que el economista del PRO, Diego Santilli, encabezará la lista de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires en lugar de Espert. “El Colo Santilli será nuestro candidato. Vamos a buscar la elección, basta del pasado, vuelta de hoja”, anunció el Presidente.
El reemplazo no está exento de polémica: apenas dos años atrás, el propio Milei calificaba a Santilli como “símbolo de la política tradicional” y “uno de los que vive de tus impuestos”. Hoy, ese mismo dirigente será el rostro bonaerense del oficialismo libertario en una elección marcada por denuncias, contradicciones y fracturas internas.
La salida de Espert golpea la estrategia de Milei en el territorio más importante del país y expone las tensiones dentro de un gobierno que enfrenta acusaciones de corrupción, crisis económica y una creciente pérdida de apoyo social. Mientras tanto, el futuro político de Espert parece quedar sellado: su “paso al costado” podría ser, en realidad, el final de su carrera.
