El presidente de Argentina, Javier Milei, ha generado una gran preocupación en la comunidad internacional y en la provincia de Buenos Aires después de su discurso en la Asamblea General de la ONU.
Milei rechazó el Pacto del Futuro y criticó duramente la labor de la ONU, calificándola de “agenda ideológica” que sofoca la libertad y la soberanía de las naciones. Sin embargo, su postura ha sido calificada como “aislacionista e incomprensible” por el senador nacional Maximiliano Abad.
El ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, también se manifestó en la misma línea, asegurando que Milei promueve “una soberanía paranoica que ve enemigos en agendas de desarrollo”. Esto ha dejado a Argentina en una posición muy minoritaria, ya que la gran mayoría de los países se manifestó a favor del Pacto del Futuro.
“La ONU ha perdido su rumbo”, afirmó Milei. “En lugar de promover la paz y la cooperación, se ha convertido en un instrumento para imponer una agenda ideológica que sofoca la libertad y la soberanía de las naciones”.
El gobierno bonaerense pidió promover el multilateralismo para hacer valer sus intereses frente a las grandes potencias. “Necesitamos una labor diplomática que no fabule conspiraciones, sino que muestre a Argentina como un socio racional y confiable”, sentenció Bianco.
Con este discurso, Milei se consolidó como una voz crítica y disruptiva en el escenario internacional, pero también generó preocupación sobre el futuro de la relación de Argentina con la comunidad internacional.