Milei en Córdoba: promesas de campaña entre denuncias de corrupción y crisis social

En un acto de campaña en Córdoba, el presidente Javier Milei volvió a apelar al tono épico y confrontativo que caracteriza sus discursos. Frente a una multitud reunida en el Parque Sarmiento, aseguró que su gobierno ya “sacó a doce millones de argentinos de la pobreza”, que “terminó con los piquetes” gracias a la ministra Patricia Bullrich y que para el año próximo “la inflación será apenas un mal recuerdo”.

Sin embargo, las declaraciones se producen en un contexto marcado por la creciente conflictividad social y las denuncias de corrupción que golpean al corazón de su gabinete. La causa que involucra al exdirector de la Agencia Nacional de Discapacidad, Diego Spagnuolo, y a la droguería Suizo Argentina sigue avanzando en la Justicia, con audios y allanamientos que comprometen a funcionarios de primera línea y a la propia secretaria general de la Presidencia, Karina Milei. Pese a ello, el mandatario descalificó las acusaciones al calificarlas como “operetas armadas con actores pagos”.

El contraste entre el relato oficial y la realidad económica también genera dudas. Mientras Milei insiste en que millones salieron de la pobreza, informes de la UCA y otros centros de estudio marcan que la pobreza estructural sigue en niveles históricos, con un fuerte deterioro del consumo y un aumento del trabajo informal. En paralelo, organizaciones sociales advierten que la reducción de protestas no se debe a una mejora en las condiciones de vida, sino al endurecimiento represivo de las fuerzas de seguridad.

Milei eligió Córdoba, provincia clave en su triunfo electoral de 2023, como escenario para relanzar la campaña legislativa. Allí repitió su consigna de “no aflojar” y llamó a “pintar la Argentina de violeta” en octubre. Pero más allá de la épica libertaria, el oficialismo enfrenta un frente complejo: la presión de la Justicia por los escándalos de corrupción, la desconfianza internacional que ya se expresa en informes financieros y una sociedad que todavía espera que las promesas de bienestar se traduzcan en hechos concretos.

Lo que Milei no dice en sus actos es que el ajuste sigue recayendo sobre los trabajadores, que la inflación baja a costa de salarios pulverizados y que la supuesta “lucha contra la pobreza” convive con comedores populares desbordados. Mientras el presidente pide “no aflojar”, millones de argentinos ya no tienen margen para resistir otro engaño.