El presidente Javier Milei se prepara para vetar, en el límite del plazo legal, tres leyes clave recientemente aprobadas por el Congreso: el aumento a los jubilados, la prórroga de la moratoria previsional y la declaración de emergencia en Discapacidad. El anuncio oficial se espera para este lunes 4 de agosto y será publicado en el Boletín Oficial al día siguiente. Según fuentes del Gobierno, los vetos serán totales y no se contemplan excepciones.
Mientras el oficialismo cree tener los votos suficientes para sostener los vetos vinculados a jubilaciones y moratoria —necesitan al menos un tercio de los diputados para bloquear el rechazo—, el caso de la ley de Discapacidad representa un desafío mayúsculo para La Libertad Avanza. Incluso legisladores cercanos al oficialismo, como algunos radicales que usualmente acompañan a Milei, expresaron reparos y advirtieron que no están dispuestos a sostener el veto en este caso tan sensible.
Desde la Casa Rosada reconocen que el costo político puede ser alto y, por ello, están evaluando una jugada alternativa: presentar una contrapropuesta sobre políticas de Discapacidad, con la intención de suavizar el impacto del rechazo y sumar apoyo legislativo. Sin embargo, el propio Milei insiste en mantener su línea dura: no habrá vetos parciales, porque —según repiten desde su entorno— “la tibieza no es una opción”.
La situación tensiona aún más el clima político en la antesala electoral. Mientras Martín Menem prepara la convocatoria para tratar los vetos, la oposición busca ganar tiempo y reunir los votos necesarios para voltear al menos uno de ellos. La ley de Discapacidad, en particular, se perfila como un posible punto de quiebre, no solo legislativo, sino también social y político.