Menos de un día después de visitar Tierra del Fuego en clave electoral, Javier Milei firmó un decreto que habilita el desembarco de tropas estadounidenses en la Base Naval de Ushuaia, lo que desató una fuerte controversia política y jurídica. La medida se tomó sin la aprobación del Congreso, que según la Constitución es el único poder facultado para autorizar el ingreso y egreso de fuerzas extranjeras.
El decreto 697/2025, publicado en el Boletín Oficial, permite la llegada de unos 30 marines del Comando de Guerra Especial Naval de Estados Unidos, que permanecerán en bases de Ushuaia, Mar del Plata y Puerto Belgrano entre el 20 de octubre y el 15 de noviembre. Según el texto, el objetivo es realizar entrenamientos conjuntos con la Armada Argentina en escenarios “complejos” y con “tecnologías de avanzada”.
La decisión generó un inmediato rechazo en Tierra del Fuego. El intendente de Ushuaia, Walter Vuoto, cuestionó con dureza al Presidente: “Tierra del Fuego no es moneda de cambio para sus fines electorales. Es la puerta de entrada a la Antártida, el territorio que protege nuestra reivindicación sobre Malvinas y nuestra casa. No vamos a permitir que se entregue la soberanía”.
En la misma línea, el gobernador Gustavo Melella remarcó: “Seguimos entregándole soberanía a Estados Unidos, socio estratégico de Gran Bretaña. ¿Qué parte no entienden? Este decreto es lamentable, no hay justificación posible”.
El trasfondo político encendió más sospechas, sobre todo tras la reciente visita de Milei a Donald Trump en Nueva York en busca de respaldo financiero. La memoria histórica también pesa: una iniciativa similar de militares norteamericanos había sido rechazada por el gobierno anterior en defensa de la soberanía.
La medida también vulnera la ley 25.880, sancionada en 2004, que establece que cualquier ejercicio conjunto debe ser aprobado por el Congreso. Pese a ello, el Gobierno argumentó “urgencia” para justificar el decreto y eludió el debate legislativo.
Para sectores de la oposición, el episodio confirma el alineamiento incondicional de Milei con Estados Unidos y representa un nuevo retroceso en materia de autonomía nacional.
