Este miércoles, miles de estudiantes, docentes, trabajadores y organizaciones sociales protagonizarán la Tercera Marcha Universitaria en defensa de la educación pública y contra el veto presidencial a la Ley de Financiamiento Universitario. La movilización, que se espera sea multitudinaria, se replicará en distintas provincias y busca frenar el avance del ajuste del gobierno de Javier Milei sobre la educación, la salud y la cultura.
En la Ciudad de Buenos Aires, la convocatoria sumará a gremios docentes y no docentes, la CGT, las CTA, la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), colectivos artísticos vinculados al INCAA y al Instituto del Teatro, y trabajadores de la salud del Hospital Garrahan, que denuncian recortes en pediatría. La protesta también tendrá réplicas en Rosario, Córdoba, Mendoza, Tucumán, La Plata, Mar del Plata, Santa Fe, Jujuy, Catamarca y San Juan, conformando una verdadera marcha federal.
La jornada llega en un contexto de fuerte malestar social tras el presupuesto 2026 presentado por Milei, que mantiene el mismo nivel de recursos para las universidades nacionales, sin contemplar aumentos para salarios docentes, becas, gastos de funcionamiento ni infraestructura. La UBA advirtió que la propuesta profundiza el ajuste y coloca al sistema educativo en un “nivel de deterioro sin precedentes”.
Al mismo tiempo, la Cámara de Diputados sesionará desde las 13 con el objetivo de insistir en revertir los vetos presidenciales a la Ley de Financiamiento Universitario y a la de Emergencia Pediátrica. La oposición deberá reunir dos tercios de los votos para sostener ambas iniciativas, en una sesión que también incluye citar a Karina Milei, Guillermo Francos y Mario Lugones por causas de corrupción y narcotráfico, además de tratar la reforma de la Ley de DNU.
Con la educación pública como bandera, la marcha de este miércoles no solo apunta a defender las universidades, sino a unir a todos los sectores afectados por el ajuste libertario, enviando un mensaje claro al Congreso y a la sociedad: la resistencia frente al modelo de desfinanciamiento avanza con más fuerza que nunca.
