El bolsillo de los argentinos vuelve a sentir la presión. Según la consultora EcoGo, los precios de los alimentos aumentaron 3% en octubre, marcando el sexto mes consecutivo de aceleración y dejando un panorama complicado para el inicio de noviembre. La suba estuvo impulsada principalmente por los incrementos en carnes, frutas y servicios públicos, en un contexto de fuerte inestabilidad económica.
El dato mensual superó levemente al de septiembre (2,9%), con alzas semanales que oscilaron entre 0,5% y 0,9% durante casi todo el mes. El salto del dólar y la tensión preelectoral fueron determinantes, aunque tras las elecciones se observó una leve desaceleración, con la última semana cerrando en un 0,2%.
Los alimentos consumidos en el hogar subieron 2,7%, mientras que los que se consumen fuera del hogar —como bares o restaurantes— treparon 4%. En los últimos doce meses, los aumentos alcanzan 38,1% y 43,4% respectivamente, dejando un arrastre inflacionario de más de un punto porcentual para noviembre.
El informe detalla que el 32,3% de los productos de la canasta sufrió variaciones de precios: un 23% tuvo subas y un 9,3% registró bajas. Las carnes mostraron un incremento promedio de 0,6%, con subas destacadas en pescado (+3%), fiambres (+5,9%), cerdo (+1,3%) y pollo (+0,9%). La carne vacuna se mantuvo prácticamente estable, con una leve baja del 0,1% por el descenso en los cortes delanteros.
Las frutas fueron el rubro con mayor aumento: treparon 12,6% en el mes, impulsadas por el fin de la temporada de cítricos (+17,4%) y el alza en la manzana (+9,3%). Las verduras también subieron con fuerza, 5,6%, con especial impacto en las variedades frescas y congeladas.
El segmento de bebidas tampoco dio respiro: subió 3%, destacándose la cerveza (+7%) y las gaseosas (+4,1%). En lo que va del año, este rubro acumula un 31,4% de incremento, levemente por encima del promedio general de los alimentos.
En medio del ajuste y la falta de políticas que frenen la escalada de precios, los hogares argentinos vuelven a ver cómo se achica el poder de compra, mientras el gobierno de Javier Milei sigue sin ofrecer respuestas concretas para frenar la inflación que golpea cada vez más fuerte a la mesa de las familias trabajadoras.