La Cámara Comercial de Cañuelas encara una nueva etapa con menos ingresos y foco en lo digital

La histórica Cámara Comercial e Industrial de Cañuelas atraviesa un proceso de cambio profundo. Con la caída de la actividad económica y el avance de las plataformas digitales, la institución decidió alquilar su emblemático salón de la calle San Martín y cerrar la ventanilla de cobros del BAPRO Pagos, que durante más de una década fue una de sus principales fuentes de recursos.

La medida, impulsada por la necesidad de sostener las finanzas sin aportes externos, marca un punto de inflexión para una entidad con más de 80 años de historia. “Fue una decisión difícil pero inevitable: los ingresos ya no alcanzaban y había que garantizar la continuidad de la Cámara”, reconoció su presidente, Gustavo Sacco.

El salón —donde por años se desarrollaron reuniones empresariales, capacitaciones y eventos locales— había quedado prácticamente en desuso desde la pandemia. Ante la imposibilidad de mantener su mantenimiento, se resolvió alquilarlo. El acuerdo incluye además una inversión por parte de los inquilinos para reparar el techo, mejorar las instalaciones y reacondicionar todo el edificio. “Era una obra que nosotros no podíamos afrontar, y todo quedará en beneficio de la Cámara”, señaló Sacco.

Otro de los cambios importantes fue el cierre definitivo del BAPRO Pagos, un servicio que funcionaba desde 2009 en la sede de la calle Lara. Durante años, fue un punto clave para que vecinos y comerciantes pudieran abonar impuestos y servicios, pero la digitalización transformó los hábitos de pago. “Las operaciones bajaron muchísimo. La mayoría de la gente comenzó a pagar desde el celular o por home banking, y el servicio dejó de ser rentable”, explicó el dirigente.

Con menos ingresos y personal reducido, la Cámara decidió mantener una atención básica en una oficina más pequeña, donde se seguirán tramitando gestiones como el sellado de contratos, planos y alquileres, además de los informes Veraz. La atención continuará de lunes a viernes, de 9 a 13 horas, a través del WhatsApp 2226-490639.

Lejos de resignarse, la institución busca reinventarse. “Estamos desarrollando una plataforma online para que los socios puedan acceder a todos los servicios de manera virtual. Hay que adaptarse a los tiempos actuales, y ese es nuestro objetivo”, adelantó Sacco.

La situación de la Cámara Comercial de Cañuelas refleja un fenómeno común a muchas entidades intermedias del país: sedes históricas difíciles de mantener, ingresos limitados y la necesidad de modernizarse sin perder su rol en la comunidad.
“Esto no es un cierre, es una reestructuración necesaria. Queremos seguir acompañando al comercio local, como siempre lo hicimos”, concluyó el presidente.