“Kirchnerismo, Nunca más”: de la provocación en La Matanza a la réplica en Cañuelas con antecedentes locales

La frase “Nunca Más” no es cualquier consigna. Es el emblema que surgió del histórico informe de la CONADEP, sinónimo de Memoria, Verdad y Justicia frente al terrorismo de Estado, y de la condena social a los crímenes de la dictadura.

En La Matanza, el presidente Javier Milei y candidatos de La Libertad Avanza posaron frente a una bandera que decía “Kirchnerismo, Nunca más”, usando la tipografía y el peso simbólico de ese lema para equiparar a un espacio político democrático con el terrorismo de Estado. La imagen generó repudio en organismos de derechos humanos, sectores políticos y gran parte de la sociedad, que ven en ese gesto una banalización de uno de los consensos más importantes de la democracia argentina: el Nunca Más a la desaparición, la tortura y la represión ilegal.

Lejos de quedar en una provocación aislada, la consigna ya se replica en otros distritos. En Cañuelas, referentes locales de La Libertad Avanza publicaron en sus redes una foto con la misma bandera y el mismo mensaje, replicando la estrategia de La Matanza en un territorio donde la comunidad y los valores de Memoria, Verdad y Justicia tienen un fuerte arraigo.

Este gesto se inscribe en un patrón de provocaciones de sus referentes locales. El presidente del bloque de La Libertad Avanza en Cañuelas, Juan Bautista Augusto, hijo del dirigente Martín Augusto, fue acusado de increpar públicamente a la concejala Malena Reimer, hija de Esteban Reimer, trabajador de Mercedes Benz secuestrado y desaparecido durante la dictadura militar en 1977. Los ataques de Augusto, calificando de manera despectiva a Reimer por su militancia en derechos humanos y acusándola de “vivir del Estado”, fueron repudiados por diversos espacios políticos, incluidos Unión por la Patria y el Frente Renovador, que los calificaron como una revictimización y afrenta directa a los valores democráticos y de memoria histórica.

El uso político de un símbolo nacido del dolor y la lucha de miles de víctimas y familiares no es inocente. Es un intento deliberado de vaciar de contenido histórico la memoria colectiva y ponerla al servicio de una campaña de odio, borrando el verdadero sentido del Nunca Más y mostrando un patrón de provocaciones que ya ha generado fuerte rechazo social en Cañuelas.