En una jornada cargada de tensión política y movilización popular, la Cámara de Diputados rechazó los vetos del presidente Javier Milei a dos leyes claves: el financiamiento universitario y la emergencia en salud pediátrica, conocida como “Ley Garrahan”. La oposición consiguió superar los dos tercios necesarios y envió un nuevo mensaje de aislamiento al oficialismo.
Con 174 votos afirmativos frente a 67 en contra y 2 abstenciones, se insistió con la ley universitaria. La norma que protege la salud infantil logró todavía más respaldo: 181 votos a favor, 60 en contra y 1 abstención. Ambas iniciativas ahora deberán ser tratadas en el Senado para que el rechazo definitivo al veto se convierta en ley.
El bloque oficialista intentó sin éxito frenar el avance de los proyectos. Gabriel Bornoroni, jefe de La Libertad Avanza, planteó postergar los aumentos hasta el último trimestre de 2025, pero la propuesta fue descartada de plano.
La votación estuvo atravesada por intensas negociaciones y movimientos inesperados. Diputados de Misiones que en agosto habían evitado dar quorum se sumaron a la oposición tras un pronunciamiento público del exgobernador Oscar Herrera Ahuad en defensa de la educación y la salud pública. Incluso recibieron $4.000 millones en Aportes del Tesoro Nacional girados por el Ejecutivo días antes, lo que desató sospechas de intentos de compra de voluntades. Pese a ello, terminaron acompañando a la oposición.
También se desmarcaron legisladores del PRO, de la UCR y de espacios que rompieron con Milei, como el nuevo bloque Coherencia. Silvia Lospennato, Carlos D’Alessandro y otros referentes remarcaron que defender universidades y hospitales no significa “voltear al Gobierno”, sino garantizar derechos básicos. Gobernadores que mantienen acuerdos políticos con la Casa Rosada tampoco lograron alinear a sus diputados.
La ley universitaria contempla recomposición salarial para docentes y no docentes, un fondo de $10.000 millones para ampliar carreras estratégicas, más becas para estudiantes y la meta de llevar el presupuesto al 1,5% del PBI en 2031.
Por su parte, la Ley Garrahan declara la emergencia en pediatría por dos años, garantiza aumentos salariales inmediatos para residentes y profesionales de la salud, y deja sin efecto el esquema de becas implementado por el Gobierno.
Con esta votación, Milei acumula un nuevo revés en el Congreso. Si el Senado ratifica lo aprobado en Diputados, se convertirá en el tercer veto presidencial rechazado en lo que va de su gestión. La presión ciudadana en las calles y el desmarque de aliados muestran que el ajuste libertario encuentra cada vez más resistencia.