Patricia Bullrich, actual ministra de Seguridad del gobierno de Javier Milei, sumará una nueva cuota de poder dentro del oficialismo. A partir del 10 de diciembre, encabezará el bloque de La Libertad Avanza en el Senado, según confirmó el propio presidente luego del resultado de las elecciones legislativas del 26 de octubre.
En un mensaje difundido por redes sociales, Milei celebró la victoria de su espacio y anticipó una nueva etapa política: “Ustedes van a tener que dar la batalla en el Congreso que va a permitir que Argentina sea grande nuevamente”, expresó el mandatario, acompañado por los legisladores electos de su fuerza. En ese mismo encuentro, se oficializó que Bullrich será la encargada de liderar la bancada libertaria en la Cámara alta.
El movimiento no pasa desapercibido dentro del tablero político. Con esta designación, Bullrich se posiciona como una figura clave en la estructura de poder de Milei, concentrando influencia tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo. Sin embargo, dentro del propio oficialismo y de sectores aliados persisten tensiones, especialmente con dirigentes que ven con recelo el protagonismo que la ministra ha ganado en los últimos meses.
La dirigente, que ya tuvo su paso por distintos espacios políticos —desde el peronismo hasta el PRO—, será ahora la encargada de impulsar las reformas estructurales que el presidente busca aprobar en el Congreso. “Se vienen reformas muy importantes”, adelantó Bullrich, dejando entrever que el gobierno insistirá con su agenda de ajuste y desregulación.
Mientras tanto, desde la oposición peronista se preparan para resistir los proyectos que amenacen derechos laborales, el sistema previsional y los recursos de las provincias. El nuevo rol de Bullrich en el Senado promete profundizar las tensiones políticas en un Congreso que, lejos de la armonía, se encamina a ser el escenario de las principales disputas de poder del 2026.