El ajuste impulsado por Javier Milei en el Estado nacional sigue dejando un reguero de despidos. Según el último informe del INDEC, desde la asunción del actual presidente ya fueron despedidos 44.606 trabajadores de la Administración Pública Nacional, empresas y sociedades estatales. Sólo en junio, la caída del empleo público fue del 0,6% respecto a mayo.
La cifra total de empleos públicos en el ámbito nacional quedó en 289.178, marcando una fuerte reducción desde los 333.784 registrados en enero de 2024. En términos porcentuales, se trata de una poda del 13,3% en apenas un año y medio.
El recorte no distingue estructuras: la administración centralizada, que incluye a todos los ministerios, cerró junio con 40.582 trabajadores, un 0,7% menos que el mes anterior. La administración descentralizada, donde operan agencias, institutos, fondos y medios públicos, se ubicó en 120.121 empleos, con una merma del 0,5%. En tanto, la administración desconcentrada también perdió un 0,7%, quedando en 22.569 puestos. Los denominados “otros entes” —organismos específicos sin categoría administrativa tradicional— terminaron junio con 14.315 empleados (-0,3%), mientras que las empresas y sociedades estatales fueron las más afectadas, con una caída del 0,8%, acumulando 91.591 trabajadores.
Desde el Gobierno, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, justificó los despidos asegurando que “la motosierra” ya permitió ahorrar unos US$2.100 millones. “Como mucho del gasto público es molestar al sector privado, menos gasto es más libertad”, expresó en sus redes sociales.
Mientras tanto, miles de familias en todo el país siguen perdiendo su sustento como parte de un ajuste que, lejos de detenerse, promete profundizarse. El discurso de eficiencia estatal se traduce, en los hechos, en recortes que golpean al empleo y deterioran aún más los servicios públicos.