Kicillof volvió a marcarle la cancha al Gobierno por el acuerdo con Estados Unidos: “Primero hay que cuidar la producción y el trabajo argentino”

En un nuevo acto por el Día de la Soberanía Nacional, realizado en el Salón Dorado de la Casa de Gobierno bonaerense, Axel Kicillof volvió a poner bajo la lupa las negociaciones comerciales que el Gobierno de Javier Milei mantiene con Estados Unidos. El gobernador advirtió que cualquier convenio internacional que avance sin contemplar la situación de la industria local podría traducirse en un golpe directo a la producción nacional y a los trabajadores.

Con un discurso cargado de contenido político, Kicillof señaló que las amenazas a la soberanía ya no se limitan a intervenciones militares, sino que también pueden aparecer disfrazadas de acuerdos desiguales. “El peligro para la soberanía no llega solo con cañones. También aparece en relaciones económicas que nacen de la sumisión política”, remarcó, apuntando sin nombrarlo a la alineación automática que impulsa Milei ante Washington.

El gobernador destacó el perfil productivo de la provincia de Buenos Aires y rechazó cualquier intento de negociación que implique resignar capacidades locales. “Somos una provincia productiva que no acepta negociar con miedo y de rodillas”, subrayó, diferenciándose de la política exterior del Ejecutivo nacional, que sigue apostando a vínculos comerciales sin definir previamente cómo proteger a los sectores industriales que ya vienen golpeados por el ajuste.

En ese sentido, Kicillof volvió a insistir en que el país no puede repetir experiencias de otros convenios internacionales que terminaron perjudicando a economías emergentes. Aseguró que todavía no está claro el contenido del acuerdo que negocia el Gobierno nacional, pero que la falta de transparencia ya genera preocupación. “La diferencia es que la Argentina tiene una industria que defender. En cualquier convenio, primero hay que cuidar la producción y el trabajo argentino”, afirmó.

También cuestionó el rumbo económico de Milei, sosteniendo que, lejos de mejorar la situación de los bonaerenses, las medidas aplicadas están deteriorando la calidad de vida en todos los sectores. “No hay ningún sector de la provincia de Buenos Aires que esté mejorando sus condiciones”, advirtió, y remarcó que la única vara válida para evaluar un programa económico es si beneficia a las grandes mayorías y a quienes trabajan y producen.

En el cierre, reivindicó la tradición histórica de defensa del interés nacional, evocando la Vuelta de Obligado y a figuras como Juan Manuel de Rosas. “Los patriotas no pueden quedar inmóviles en un museo. Tenemos la obligación de mantener vivo aquel heroísmo”, afirmó. Y concluyó con un mensaje contundente: “En la provincia somos millones los que vamos a defender la soberanía y a pelear por mejores condiciones de vida”.