En un país donde cada mes la inflación golpea con más fuerza a las familias trabajadoras, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) volvió a mostrar un dato alarmante: criar a un niño o niña en la Argentina de Milei supera cifras que ya resultan imposibles para la mayoría. La Canasta de Crianza de octubre expuso aumentos que dejan en evidencia cómo la recesión y el ajuste continúan deteriorando el día a día de millones de hogares.
Según el organismo, criar a un bebé menor de un año demandó $441.173 mensuales, una cifra que combina $137.485 en bienes y servicios básicos y $303.687 en tareas de cuidado. Para las familias con hijos de 1 a 3 años, el costo trepó a $524.597, marcado también por incrementos tanto en productos esenciales como en el tiempo de cuidado requerido.
El caso de los niños de 4 a 5 años mostró un total de $443.020, donde los bienes y servicios representaron $226.100 y el cuidado $216.920. Pero el tramo que volvió a ubicarse como el más costoso es el de los chicos y chicas en edad escolar (6 a 12 años): $557.173 por mes. De ese total, $280.478 corresponden a bienes y servicios, y $276.695 al cuidado.
Estos números muestran una realidad evidente: las familias argentinas están cada vez más asfixiadas por la pérdida de ingresos, mientras el Gobierno nacional insiste en políticas de ajuste que profundizan la desigualdad. Con salarios que no acompañan la inflación y un Estado que se desentiende del impacto social de sus decisiones, la crianza se convierte en un desafío cada vez más angustiante.
La Canasta de Crianza es un indicador clave para entender cuánto cuesta garantizar las necesidades materiales y de cuidado de niños, niñas y adolescentes. En la Argentina actual, ese derecho básico se aleja cada vez más del alcance de quienes dependen de su salario para vivir.
