El ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, quedó envuelto en un escándalo político de proporciones que desnuda las internas del Gobierno de Javier Milei. Una cámara oculta lo mostró ofreciéndose como gestor del exagente estadounidense Timothy Ballard, quien arrastra 23 denuncias por abuso sexual y ha sido señalado como “abusador” por la propia ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
En la grabación, difundida por el programa Argenzuela, se ve al ministro prometiéndole a Ballard acceso a jueces, periodistas, académicos y hasta un proyecto de ley, con el objetivo de “subsanar el malentendido” que, todo indica, habría sido el bloqueo que impuso Bullrich para evitar un encuentro entre Ballard y Milei. La ministra justificó su decisión afirmando que Ballard “fue un héroe, pero después fue un abusador”, aludiendo a su pasado como supuesto luchador contra la trata y su caída en desgracia tras numerosas denuncias por abuso sexual.
Lejos de desmentir los hechos, el Gobierno intentó bajarle el tono al escándalo. El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se limitó a decir que no tenía “nada que reprocharle” al ministro y descartó su renuncia. Sin embargo, las críticas no tardaron en llegar. Desde diversos sectores políticos, incluso desde espacios cercanos al oficialismo, ya se presentaron pedidos de juicio político por presunto tráfico de influencias, abuso de autoridad y negociaciones incompatibles con la función pública.
El diputado Esteban Paulón, acompañado por legisladores como Margarita Stolbizer y Mónica Fein, acusó a Cúneo Libarona de estar al servicio de una “estrategia ideológica internacional” que busca retrocesos en derechos humanos. La Coalición Cívica, por su parte, apuntó directamente contra la ética del Gobierno. El abogado Rodrigo Tripolone, apoderado de dos víctimas de Ballard, también presentó una denuncia penal por abuso de autoridad contra el ministro.
La polémica no sólo afecta al ministro, sino que expone las tensiones internas entre Bullrich y otros sectores del Gabinete. También reaviva los vínculos de Javier Milei con personajes de la ultraderecha internacional. Ballard fue retratado con el Presidente en febrero durante la CPAC, y su historia sirvió de base para la película Sound of Freedom, celebrada por sectores conservadores.
La imagen de un ministro de Justicia abriéndole las puertas del poder a un acusado de abuso, en contra de la postura de su propia compañera de gabinete, marca otro episodio de descomposición institucional bajo la gestión de Javier Milei, cada vez más aislado pero sin intención de corregir el rumbo.