Mientras la economía real sigue en caída libre y los ingresos de los argentinos se deterioran, el ajuste no se detiene. Este domingo, la petrolera estatal YPF aplicó un nuevo aumento del 2,5% promedio en el precio de los combustibles en todo el país.
Desde la compañía explicaron que la suba responde a un “seguimiento permanente” de las variables que inciden en los costos de producción, especialmente el precio del crudo. Sin embargo, este nuevo incremento se suma a una larga cadena de aumentos que vienen golpeando a trabajadores, comerciantes, productores y consumidores, en medio de una inflación que el Gobierno nacional no logra frenar.
YPF además anunció que seguirá aplicando una política de “precios dinámicos”, lo que en la práctica significa que habrá ajustes frecuentes según la zona, el horario y la demanda. La empresa explicó que esta estrategia es posible gracias a la reciente inauguración de un Centro de Monitoreo en Tiempo Real, desde donde seguirán minuto a minuto el comportamiento del consumo en sus estaciones de servicio.
Mientras tanto, la nafta y el gasoil siguen subiendo, y los bolsillos cada vez rinden menos. Las promesas de alivio por parte del presidente Javier Milei siguen sin aparecer, pero el precio de los combustibles, como tantas otras tarifas, no para de escalar.