Miles de trabajadores y trabajadoras coparon este miércoles las calles del microcentro porteño en una contundente movilización convocada por la CGT bajo la consigna “El trabajo es sagrado”, en rechazo a las políticas de ajuste y exclusión impulsadas por el gobierno de Javier Milei.
La marcha, que se realizó en la antesala del Día del Trabajador, tuvo como epicentro el Monumento al Trabajo en Paseo Colón, y contó con la participación de gremios de todo el país, que también se manifestaron en sus provincias.
La movilización estuvo atravesada por un fuerte despliegue de seguridad, producto de la implementación del polémico protocolo antipiquetes promovido por la ministra Patricia Bullrich. A pesar de la intimidación oficial, la protesta se desarrolló con fuerza y unidad.
Durante la jornada, dirigentes de la CGT, la CTA y la CTA Autónoma denunciaron en el Congreso el avance de proyectos que buscan eliminar los aportes de trabajadores y empresarios a los sindicatos. Advirtieron que se trata de una estrategia para cercenar la representación gremial y debilitar la defensa de los derechos laborales.
El dirigente camionero Hugo Moyano fue tajante: “Esta movilización demuestra el descontento que hay en el pueblo trabajador. El Gobierno puede mentir, pero la realidad está en la calle”.
La relación entre la central obrera y la Casa Rosada se encuentra en su punto más tenso desde el paro general del 10 de abril, cuando el Gobierno lanzó una campaña de desprestigio contra la medida de fuerza.
Los gremios siguen en alerta y movilización, dispuestos a frenar cualquier intento de avasallar derechos conquistados, en un contexto social y económico que golpea con dureza al pueblo trabajador.