La Unión Cívica Radical (UCR) se encuentra en una profunda crisis interna tras el apoyo de cinco diputados al veto presidencial a la Ley Previsional. Un grupo de diputados, liderados por Facundo Manes, presentó una nota exigiendo un replanteo interno y la expulsión de quienes apoyaron el veto, considerando que han dañado la credibilidad ética del partido.
La división interna se profundiza, con sectores reclamando un giro contundente y rechazando cualquier acercamiento con el oficialismo, mientras que otros miembros están dispuestos a dialogar y trabajar en conjunto con el Gobierno.
La nota presentada por los diputados críticos pide la expulsión de Martín Arjol, Luis Picat, José Federico Tournier, Mariano Campero y Pablo Cervi, quienes votaron a favor del veto presidencial, permitiendo que el haber mínimo de jubilaciones no alcance los $317.704 que contemplaba la ley original.
El presidente del bloque, Rodrigo de Loredo, intenta calmar los ánimos y llamar a la tolerancia, pero su postura conciliadora no parece ser suficiente para evitar las exigencias de cambios más drásticos.
La crisis interna de la UCR se profundiza, y se desconoce cuál será el futuro del partido en medio de esta división.